Tiempo de calidad con los abuelos: legado de amor para los nietos

Es habitual remitir al concepto «tiempo de calidad» para hacer referencia al vínculo entre padres e hijos. Actualmente, muchos abuelos sí pasan tiempo abundante con sus nietos, puesto que asumen tareas clave en la rutina familiar y el cuidado. Sin embargo, el término calidad, aplicado en este contexto, remite a aquellos instantes que se disfrutan y afrontan de una manera más consciente (lejos del piloto automático que parece integrarse en la velocidad del ritmo de vida actual).

El tiempo de calidad con los abuelos es un legado de amor para los nietos: una verdadera herencia afectiva y emocional que se nutre a través de la memoria. Y es que, la distancia que marca la edad, crea un contexto vital diferente. De este modo, los abuelos y las abuelas se convierten en grandes transmisores de historias vinculadas con la familia a través de costumbres y tradiciones.

El tiempo de calidad con los abuelos es un refugio para los nietos

Algunos nietos tienen la oportunidad de compartir tiempo de calidad con sus abuelos hasta una edad avanzada. Sin embargo, más allá del tiempo en el que se enmarca este periodo concreto, la huella de los abuelos simboliza un viaje hacia los mejores recuerdos de la niñez para los nietos (al menos, en la mayoría de las ocasiones). Los abuelos se transforman en refugio, estabilidad, reconocimiento, hogar, seguridad, acompañamiento, juegos, consejos, aprendizaje… El tiempo de calidad con los abuelos cala de forma positiva en la historia del niño que, por otra parte, percibe aspectos importantes de la existencia en el espejo de su abuelo. Por ejemplo, el nieto percibe el proceso de envejecimiento y la ilusión que perdura en el ánimo más allá de las arrugas que se dibujan en la piel.

El abuelo se convierte en una figura que nutre al nieto de forma individual, pero también protege el sistema familiar en su conjunto. Y es que, es alguien que tiende a unir a su alrededor a los seres queridos, más allá de sus diferencias o conflictos. Las conversaciones con los abuelos, la memoria de sus propios recuerdos de infancia y juventud, es un testimonio de vida que se transforma en un auténtico legado cuando es el nieto quien da voz a ese mensaje.

El tiempo de calidad reduce el impacto de la distancia cotidiana entre abuelos y nietos

Actualmente, por distintas circunstancias como la distancia, muchos abuelos no pueden pasar tiempo de forma frecuente en la rutina diaria con sus nietos. Sin embargo, como hemos indicado en el artículo, lo realmente determinante a largo plazo es el tiempo de calidad. Aquel que adquiere un significado profundo por su contexto, mensaje, transmisión de valores, implicación, emociones… La suma de todos los factores señalados es una fuente de amor que, por sí misma, constituye un legado muy valioso para los nietos.

Para disfrutar plenamente del tiempo de calidad, es aconsejable que los padres propicien las condiciones adecuadas para ello. Por ejemplo, es importante evitar la sobrecarga de tareas y responsabilidades que produce un mayor nivel de cansancio en los abuelos. Por esta razón, para crear las condiciones propicias para disfrutar del tiempo de calidad, es recomendable establecer límites saludables, hablar de manera asertiva, negociar y llegar a acuerdos.

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