Disciplina positiva: 5 valores para una educación respetuosa

Disciplina positiva: 5 valores para una educación respetuosa

Escrito por: Maite Nicuesa Guelbenzu    19 septiembre 2024     3 minutos

¿Quieres practicar la disciplina positiva en tu hogar para educar a tus hijos desde un enfoque amable y respetuoso? ¡Descubre los valores e ingredientes clave!

La disciplina positiva se ha convertido en una referencia clara para las familias en la actualidad. Y es que, muchos padres o madres deciden informarse sobre diferentes enfoques, modelos y metodologías para educar a sus hijos desde una mirada amable y consciente. ¿Cuáles son los valores que sirven de apoyo e inspiración para la práctica cotidiana de la disciplina positiva?

1. Respeto mutuo

El respecto, cuando se enmarca en el ámbito de la disciplina positiva, es bidireccional. Es decir, es un valor que se orienta hacia ambas direcciones. Además de poner atención en las emociones, sentimientos, circunstancias o necesidades de tu hijo, es importante que seas respetuoso, asertivo y cercano contigo mismo.

2. Coherencia: una perfecta alineación del plano teórico con su correcta aplicación

Las contradicciones se manifiestan en cualquier estilo o enfoque. Sin embargo, la disciplina positiva, cuando se cultiva de manera consciente, ejemplifica el valor de la coherencia en el mensaje, las decisiones y el comportamiento. Dicha coherencia imprime una alineación entre una medida, las razones que la justifican y su aplicación posterior. El ejercicio de la coherencia, por otra parte, requiere de sinceridad, bienestar y compromiso.

3. Firmeza (que no debe confundirse con rigidez)

En relación con la coherencia, la disciplina positiva se nutre con otro elemento a tener en cuenta: la firmeza. Una firmeza que no se sustenta sobre la rigidez, el autoritarismo o la reafirmación de uno mismo. La firmeza, integrada en el marco de una educación respetuosa, se combina con un ingrediente indispensable: la amabilidad.

4. Empatía, elemento clave para comprender una realidad

Anteriormente, hemos señalado que el respeto que se practica desde el enfoque de la disciplina positiva es mutuo. Es decir, se dirige hacia el niño, pero también se centra en el adulto. Pues bien, el respeto combina con la empatía como elemento determinante en la comunicación y la comprensión de las variables que se contextualizan en una situación familiar. Cuando se produce una falta de empatía o la visión de una realidad está condicionada por barreras que interfieren en la comprensión, surgen las decisiones precipitadas, los errores en la interpretación personal y la distancia.

Valores Para Practicar La Disciplina Positiva

5. Equilibrio

Cuando tengas dudas en torno a qué elemento es más importante entre los ingredientes que se sitúan en una balanza metafórica, recuerda que, generalmente, el equilibrio ayuda a encontrar la medida más adecuada. Por ejemplo, desde la disciplina positiva es posible practicar una rutina muy valiosa en familias con dos o más hijos: pasar un rato especial y significativo con cada uno de forma individual.

Todos los elementos señalados se alinean con un amor que cuida, fortalece la autoestima infantil, forma en valores y se convierte en un ejemplo de resiliencia. Cuando la disciplina positiva se lleva a cabo en pareja, es un compromiso de equipo que requiere de implicación, acuerdos y colaboración entre los progenitores.


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